FIGURAS DE LA LITERATURA SALVADOREÑA
En este segmento hablaremos de multiples artistas de la literatura salvadoreña, desde Alfredo Espino, hasta Roque Dalton.
MI PROPIO POEMA SOBRE MI
Amar a otros, ¿Porque he de hacerlo?
denigrante la vida que causo el infortunio
de no ser lo que aferrandome estaba, deseaba con tanta anhelación
pos dichas y desdichas, entra en los mares del caos,
naufrago de la embarcación de lo anti-social y la cruda desolación
Inmundicia, la vida que la sociedad que a este pobre descarriado entrego
¿Querer a otros? ¿Porque he de hacerlo?
saludar al diablo, vestido de santo
por donde mires a todos lados
mirar a hipocritas, actuando en su papel del más bueno
Amar a otros, insisto ¿Porque he de hacerlo?
HISTORIA DE ALFREDO ESPINO
Alfredo Espino es sin duda uno de los poetas más destacados de El Salvador. Es también conocido popularmente como el poeta niño, debido a que en su corta vida siempre estuvo dedicado a las letras. Alfredo Espino nació el 8 de enero de 1900 en el departamento de Ahuachapán.
Por desgracia datos sobre el casi no hay ya que son de ese tipo de artista que por la depresión que les invade terminan muriendo joven pero se relatara lo poco que sabe de el.
Fue el segundo de los ocho hijos del poeta Alfonso Espino y de la educadora Enriqueta Najarro, los cuales pudieron ser la base para que él se dedicara a la poesía. En su vida académica, Alfredo cursó estudios en la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvador, entre los años de 1920 y 1927. También colaboró en las revistas Lumen y Opinión Estudiantil, al igual que los periódicos La prensa y Diario del Salvador.
Solo se puede decir que lo que hizo Alfredo Espino solamente escribió 96 poemas que se reunieron o se resumieron en su obra JÍCARAS TRISTES en 1930, dividido en seis partes: Casucas, Auras de Bohío, Dulcedumbre, Panoramas y Aromas, Pájaros de Leyenda y El Alma del Barrio. Con una poética delicada, presentó con un estilo sencillo, fácil de captar. Sus poemas exponen el paisaje de El Salvador, exuberante.
Los últimos años de su vida fueron bastante desdichados, debido a la negativa de sus padres por que él se casara. Esto le provocó algunos desequilibrios emocionales que le hicieron caer en el vicio del alcohol y llevar una vida bohemia, entre bares y burdeles ya que el detalle de esto es que el temía que por decir que era gay u homosexual, lo discriminaran violentamente, por desgracia las personas así con talento que cualquier envidiaría, terminan de esta manera poniéndose de manera depresiva, todos sus poemas que el hacia era con un fin, demostrar lo cual quebrantado estaba y lo otro era meterse a un mundo ireal en el cual se sentía muy bien a gusto con sigo mismo por esa misma razón otros poetas de su época lo criticaban mucho, ya que en vez de estar haciendo poemas en el cual podía denunciar de una manera más pacifica hacia la opresión del pueblo este mejor se dedicaba enfrascarse en su propio mundo y hablar sobre el mismo y como se sentía entonces lo que pasaba en el país a el le importaba un bledo.
Alfredo Espino murió en San Salvador, El Salvador, el 24 de mayo de 1928 debido a una crisis alcohólica, termina suicidándose usando su propio cinturón y este se ahorca por lo mismo de ser reprochado por ser gay. Fue sepultado en Cementerio General de San Salvador, sus restos descansan en Jardines del Recuerdo, en el lugar de la cripta de los poetas.
Ahora se citaran un par de poemas de Alfredo Espino:
Un rancho y un lucero
Un día -¡primero Dios!-
has de quererme un poquito.
Yo levantaré el ranchito
en que vivamos los dos.
¿Que más pedir? Con tu amor,
mi rancho, un árbol, un perro,
y enfrente el cielo y el cerro
y el cafetalito en flor…
Y entre aroma de saúcos,
un zenzontle que cantará
y una poza que copiará
pajaritos y bejucos.
Lo que los pobres queremos,
lo que los pobres amamos,
eso que tanto adoramos
porque es lo que no tenemos…
Con sólo eso, vida mía;
con sólo eso:
con mi verso, con tu beso,
lo demás nos sobraría…
Porque no hay nada mejor
que un monte, un rancho, un lucero,
cuando se tiene un “Te quiero”
y huele a sendas en flor…
(BREVE EXPLICACIÓN DEL POEMA)
(BREVE EXPLICACIÓN DEL POEMA)
Lo curioso de este poema, es que literalmente aunque uno lea y se da la idea de que vivir en un rancho es lo más genial que existe, pues estaríamos en lo incorrecto y erróneo, ya que esto de describir a un racho de esa manera, era un factor muy destacable de Alfredo Espino, hacer muy ireal las cosas en su entorno, porque la cruda realidad de todo esto, era que el campesino vivir de esta manera, no era nada genial y satisfactoria, ya que literalmente la vida en el campo es muy dura y no es para cualquiera que este adaptado a esta.
Ascención
¡Dos alas!… ¿Quién tuviera dos alas para el vuelo?
Esta tarde, en la cumbre, casi las he tenido.
Desde aquí veo el mar, tan azul, tan dormido,
que si no fuera un mar, ¡Bien sería otro cielo!…
Cumbres, divinas cumbres, excelsos miradores…
¡Que pequeños los hombres! No llegan los rumores
de allá abajo, del cieno; ni el grito horripilante
con que aúlla el deseo, ni el clamor desbordante
de las malas pasiones… Lo rastrero no sube:
ésta cumbre es el reino del pájaro y la nube…
Aquí he visto una cosa muy dulce y extraña,
como es la de haber visto llorando una montaña…
el agua brota lenta, y en su remanso brilla la luz;
un ternerito viene, y luego se arrodilla
al borde del estanque, y al doblar la testuz,
por beber agua limpia, bebe agua y bebe luz…
Y luego se oye un ruido por lomas y floresta,
como si una tormenta rodara por la cuesta:
animales que vienen con una fiebre extraña
a beberse las lágrimas que llora la montaña.
Va llegando la noche. Ya no se mira el mar.
Y que asco y que tristeza comenzar a bajar…
(¡Quién tuviera dos alas, dos alas para un vuelo!
Esta tarde, en la cumbre, casi las he tenido,
con el loco deseo de haberlas extendido
¡Sobre aquél mar dormido que parecía un cielo!)
Un río entre verdores se pierde a mis espaldas,
como un hilo de plata que enhebrara esmeraldas…
(BREVE EXPLICACIÓN DEL POEMA)
En este otro poema aunque es muy natural que la gente lo mal interprete diciendo que este poema le nacía porque se inspiro en algo bonito, he aquí la otra cara de la moneda, por ser un poema muy reconocido, el daba entender ahí que en una de esas veces que el tuvo la oportunidad, quiso suicidar, estaba a punto de lograrlo, en la parte del poema donde dice: "Esta tarde, en la cumbre, casi las he tenido.", el estuvo a punto de perecer.
HISTORIA DE CLAUDIA LARS
(Carmen Margarita Brannon Vega; Armenia, 1899 - San Salvador, 1974) Poetisa salvadoreña, una de las voces más sobresalientes de la lírica centroamericana del siglo XX.
Otro dato de esta autora es que era muy paranoica, algunos que la habrán conocido en vida la tachaban de loca, sabrán ellos porque, tuvo un romance con Salarrué.
Hija de Peter Patrick Brannon, ingeniero norteamericano, y de la salvadoreña Carmen Vega Zelayandía, estudió en el colegio La Asunción de la ciudad de Santa Ana, donde la joven Claudia se decantó por los estudios humanísticos. Religión y poesía se vincularon en su hogar para acrecentar su sensibilidad natural. Desde muy pronto recibió la influencia de los clásicos antiguos y españoles (Góngora, Quevedo, Fray Luis de León), así como la de los románticos ingleses y de Rubén Darío. También coincidió con algunos de sus contemporáneos, como el cuentista salvadoreño Salarrué.
Poetisa precoz, con diecisiete años publicó un breve poemario que pasó inadvertido:Tristes mirajes, que vio la luz gracias al mecenazgo del general y poeta Juan José Cañas, uno de sus primeros mentores. Por esa época Claudia Lars mantenía relaciones sentimentales con el poeta Salomón de la Selva. Pero en 1919, cuando habían ya formalizado su compromiso de matrimonio, el padre de Claudia decidió romper el vínculo y enviar a su hija a los Estados Unidos, a casa de unos familiares afincados en Pennsylvania. Allí conoció a Le Roy Beers, con quien contrajo matrimonio tras un breve período de noviazgo.
Sin abandonar el país norteamericano, la poetisa se instaló en compañía de su nuevo esposo en el barrio de Brooklyn de Nueva York, donde ejerció como profesora de lengua castellana en la Escuela Berlitz. En 1927 tuvo ocasión de regresar a su país junto con su cónyuge, que acababa de ser nombrado cónsul de los Estados Unidos en El Salvador. Aposentados en la capital salvadoreña, a finales de 1927 nació su primer hijo, Le Roy Beers Brannon, que sería el único vástago de Claudia Lars.
Claudia Lars volvió a frecuentar los cenáculos literarios, en especial el congregado alrededor del poeta Alberto Guerra Trigueros, compuesto por escritores como Alberto Masferrer, Salarrué y Serafín Quiteño. En ese nuevo ambiente la poesía de Claudia Lars fluyó de nuevo con espontaneidad y soltura, lo que se tradujo en 1934 en una nueva entrega lírica: Estrellas en el pozo, publicada en las famosas Ediciones Convivio por voluntad expresa de su director, el intelectual costarricense Joaquín García Monge.
Lo irónico de esto es que hay una obra que se la dedica a una amiga, lo manda a publicar y al poco tiempo se pelea con esta y llena de ira decide cancelar la publicación que es demasiado tarde y termina siendo publicada.
Esta obra, bien recibida por críticos y lectores, allanó el camino del siguiente poemario de Claudia Lars, Canción redonda (1936), al que siguió, tras un paréntesis,La casa de vidrio (1942). En este fértil periodo publicó también Romances de norte y sur (1946), Sonetos (1947) y Ciudad bajo mi voz, libro premiado en el Certamen Conmemorativo del IV Centenario del Título de Ciudad de San Salvador.
Algunas de sus obras:
- Estrellas en el Pozo (1934).
- Canción redonda (1937).
- La casa de vidrio (1942).
- Romances de Norte y Sur (1946).
- Sonetos (1946).
- Ciudad bajo mi voz (1946).
- Donde llegan los pasos (1953).
- Escuela de pájaros (1955).
- Fábula de una Verdad (1959).
- Tierra de Infancia (1959).
- Presencia en el Tiempo (1960).
- Girasol (1962).
- Sobre el ángel y el hombre (1962).
- Del fino amanecer (1964).
- Nuestro pulsante mundo (apuntes sobre una nueva edad) (1969).
- Obras escogidas (1973).
- Poesía última (1975)
HISTORIA DE SALVADOR SALAZAR ARRUÉ
(FOTOGRAFÍA DE SALVADOR SALAZAR ARRUÉ EN SU TIEMPO DE JUVENTUD)
La historia de este señor es muy interesante ya que nace en (Sonsonate, 1899 - San Salvador, 1976) Artista y escritor salvadoreño también conocido por el seudónimo de Salarrué, una de las voces fundamentales de la literatura hispanoamericana por su concisión y fuerza en la recreación de la realidad de su pueblo.
Aunque la verdad este autor, tenia sus lujos en el sentido que para aquel entonces quien gobernaba era el dictador el general Maximiliano Hérnandez Martinez porque por gracia de el fue conmemorado como artista honorario del estado, con eso ya tenia el pasaporte a miles de lujos, por esa misma razón varios de sus colegas al igual que Alfredo Espino terminaron siendo muy fuertemente criticados, por ejemplo, cuando pasaron los sucesos de la masacre de 20,000 indígenas por orden del dictador Maximiliano, este como si nada le importo un bledo y es más este no se quejo de que el halla hecho una gran genocidio, habian dos razones muy obvias respecto a esto la primera, como era conmemorado por el estado en aquel entonces, para que hacer eso y llevar la contraria hacia el estado, lo otro era que tenia la misma ideología que Maximiliano.
Ahora dejare este texto en respuesta a los colegas por tantas criticas que tuvo por no actuar con denuncia hacia las cosas que hacia el gobierno.
Mis amigos me han dicho «Tú que eres sereno, tú que ves las cosas con los ojos adormilados, tú que estás siempre en la tierra del ensueño, en ese mundo irreal a donde los golpes de la marea de aquí abajo no llegan, por lo mismo, por eso, tú debes dar tu opinión en estos momentos en que la patria se encuentra en la indecisión. Apunta tu microscopio y dinos que ves y como lo ves, de algo ha de servirnos, hazlo por patriotismo, dígnate pisar con tus plantas la tierra firme, siquiera por una vez... ».Y se han echado a reír. Conozco en su manera, que lo han dicho en parte como burla amistosa, con el cariño que infunden los locos pacíficos, en parte en serio y es por ello que yo me he quedado perplejo y me he sentido luego como incomprendido, tenido como un ser vago e inútil, de un mundo problemático. Y me he indignado en mi dignidad de hombre y he alzado mi grito de protesta como la voz en el desierto escribiendo esta respuesta a los patriotas sin nombre...
Yo no tengo patria , yo no se que es patria : ¿A qué llamáis patria vosotros los hombres entendidos por prácticos? Se que entendéis por patria un conjunto de leyes, una maquinaria de administración, un parche en un mapa de colores chillones. Vosotros los prácticos llamáis a eso patria. Yo el iluso no tengo patria, no tengo patria pero tengo terruño (de tierra, cosa palpable). No tengo El Salvador (catorce secciones en un trozo de papel satinado); tengo Cuscatlán, una región del mundo y no una nación (cosa vaga). Yo amo a Cuscatlán. Mientras vosotros habláis de la Constitución, yo canto a la tierra y a la raza: La tierra que se esponja y fructifica, la raza de soñadores creadores que sin discutir labran el suelo, modelan la tinaja, tejen el perraje y abren el camino. Raza de artistas como yo, artista quiere decir hacedor, creador, modelador de formas (cosa práctica) y también comprendedor. La mayor parte de vosotros se dedica en su patriotismo a pelearse por si tienen o no derecho, por si es o no constitucional, por si será fulano o zutano, por si conviene un ismo u otro a la prosperidad de la nación. La prosperidad es para vosotros el tenerlo todo, menos la tierra en su sentido maternal. Capitalistas embrutecidos, perezosos y bribones muestran sus caras abotagadas y crueles a no menos crueles comunistas pedigüeños, sórdidos y rapaces. Mientras estos dos bandos en todos sus grados de intensidad se gruñen unos a otros, nosotros los soñadores no pedimos nada porque todo lo tenemos. Ellos se arrebatan las cáscaras y nos dejan la pulpa : - El pan es mío, todo mío, dejadme vender el pan», gritan unos;«no» dicen otros :« tenemos hambre y el pan es nuestro, porque la tierra es nuestra»... Mientras nosotros los soñadores, sin que nadie se oponga, hacemos crecer la espiga embelleciendo el paisaje, gozamos la música del maizal que sonríe con la brisa, recogemos cantando la mazorca y dejamos el comerla a tarascadas a los puercos. El cafetalero es un pedante que habla del mercado, de la baja, del alza, cuenta pisto agachado sobre las mesas, husmea costales y no ha estado nunca tirado al fondo de un cafetal, en el misterio de las noches de luna ; no nota la belleza del grano sangriento cuando resbala entre los dedos de las cortadoras cantarinas, no conoce el aroma y la leyenda de la flor del cafeto. El azucarero no ha oído nunca el susurro consolador de los cañaverales, ni ha visto meterse al chipuste en marejadas armoniosas. Todos ellos gritan alrededor de una sola cosa: el dinero. Unos quieren ganar el quinientos por ciento y otros quieren que se les suban sus salarios. El comunista usa un botón rojo y habla de degollar, llama justicia al buen pan y buen vino bien compartido, y no han sabido nunca del saber dar a quien todo lo tiene, que es quien nada tiene. El indio del arado y de la cuma que hace el paisaje agrario bajo el sol crudo, está satisfecho de hacer vivir con sus manos toscas y renegridas, manos de Dios, a un pueblo entero que se entrega a una locura llamada política; que no sólo es infructuosa sino dañina. Este indio vive la tierra, es la tierra y no habla nunca de patriotismo. Ni teme al extranjero que nada puede quitarle de lo él, a menos de
quitarle la existencia.
Yo que paso en la tierra del ensueño, según vosotros, yo estoy más en el corazón de la tierra , arraigado de verdad y con raíces abajo y queriendo florear por arriba. Si la tierra de Cuscatlán se alzara un día personificada llamando a sus hijos, a mí, de los primeros me reconocería y no a los políticos y a los istas de esta cosa llamada patria. El Salvador y demás zarandejas que simbolizan con banderas y escudos y que señalan con fronteras imaginarias. No, no soy patriota ni quiero serlo; tengo mejor concepto de un guineo patriota que de un hombre patriota. A mí no me agarran ya con esas cosas respetables. Ni siquiera trabajo en Patria, trabajo en Vivir, es decir, no en la patria sino en la vivienda, terruño o querencia, como diría Espino. Vivienda, sí, con sueño y todo, pero viviendo una vida real, la vida que se saborea como vino sagrado. Yo no aro ni siembro ni cosecho la tierra: oficio ante el altar y doy las gracias en nombre de los soñadores cosechando un grano invisible que desgrano de la mazorca de la vida y de la espiga de la costumbre ¿ que cosa es vuestra patria que yo no la miro ?.. Me pedís que descienda a vuestra realidad y no se donde poner el pie ; por todos lados encuentro arena movediza. Si yo os invito a que vengáis a mi terruño, tendréis amplio campo donde correr y sudar; podréis untaros las manos en barro fresco y llenaros el pecho de aire puro. En esa vuestra patria yo sólo respiro odio, cobardía, incomprensión.
¡ Que diera yo por traeros a esta mi tierra ¡...Ya los pocos que había conmigo se han marchado; me encuentro casi solo. Solo con el indio contemplativo y la mujer soñadora. Ya no hay Miranda Ruano que escriba Las Voces del Terruño, libro que ya nadie lee; Ambrogi habla constantemente de Quiñonez; los Andino escriben «Política»; Bustamante es empleado de juzgado; Castellanos Rivas se hace Secretario Particular; Guerra Trigueros no oye mas caer las estrellas en la fuente inmemorial; Julio Ávila se dedica al comercio; Llerena enmudece; Gómez Campos tiene tienda; Paco Bamboa se doctora; Salvador Cañas «prepara» a sus muchachos; Masferrer ya no canta; Gavidia discute sobre el radio; Chacón hace seguros de vida; Rochac habla de finanzas; Villacorta se queja de la tesorería; Vicente Rosales anda en corrillos; Miguel Ángel Espino es fuente seca; y en fin, me veo solo en la tierra de la realidad, apenas con un Mejía Vides que quiere ir al estero a pintar un tiempo (como Gauguin en Taihiti) y un Cáceres que sueña y llora en los rincones del «Atlacatl».
Sí, ¡qué diera por traeros a esta mi tierra! (Que no es hipotética, como la vuestra): cerros enmontañados, y llanos ondulantes en donde al salir el sol cantan los gallos, en dónde no hay artículo número tal, sino un árbol de grata sombra; en dónde no hay el inciso cuarto; sino el ojo de agua para la sed; en dónde la ley de tal cosa está representada por la lluvia, por la luna o por el viento.
Lírico, sí, es verdad; pero lírico sobre el polvo de la tierra y no prosaico e insípido sobre hediondos conceptos y rancias doctrinas. Lírico bajo el cielo azul, y no sórdido bajo la loza del ismo.
Como me lo pedís, he pisado ya con mis plantas la tierra firme; pero la mía, no la vuestra, que no es firme ni es tierra sino humo (del feo). Lo he hecho porque me habéis obligado, porque al fin habéis conseguido distraerme de mi “éxtasis azul impráctico” y hasta habéis logrado indignarme un segundo. Sabed de una vez por todas, que no tengo patria ni reconozco patria de nadie. Mi campo es más amplio que esa tajadita de absurdo que queréis darme. Mucho más amplio. Ni siquiera el mundo. Ni siquiera el cosmos...
Ahora dejare este texto en respuesta a los colegas por tantas criticas que tuvo por no actuar con denuncia hacia las cosas que hacia el gobierno.
MI RESPUESTA A LOS PATRIOTAS
Mis amigos me han dicho «Tú que eres sereno, tú que ves las cosas con los ojos adormilados, tú que estás siempre en la tierra del ensueño, en ese mundo irreal a donde los golpes de la marea de aquí abajo no llegan, por lo mismo, por eso, tú debes dar tu opinión en estos momentos en que la patria se encuentra en la indecisión. Apunta tu microscopio y dinos que ves y como lo ves, de algo ha de servirnos, hazlo por patriotismo, dígnate pisar con tus plantas la tierra firme, siquiera por una vez... ».Y se han echado a reír. Conozco en su manera, que lo han dicho en parte como burla amistosa, con el cariño que infunden los locos pacíficos, en parte en serio y es por ello que yo me he quedado perplejo y me he sentido luego como incomprendido, tenido como un ser vago e inútil, de un mundo problemático. Y me he indignado en mi dignidad de hombre y he alzado mi grito de protesta como la voz en el desierto escribiendo esta respuesta a los patriotas sin nombre...
Yo no tengo patria , yo no se que es patria : ¿A qué llamáis patria vosotros los hombres entendidos por prácticos? Se que entendéis por patria un conjunto de leyes, una maquinaria de administración, un parche en un mapa de colores chillones. Vosotros los prácticos llamáis a eso patria. Yo el iluso no tengo patria, no tengo patria pero tengo terruño (de tierra, cosa palpable). No tengo El Salvador (catorce secciones en un trozo de papel satinado); tengo Cuscatlán, una región del mundo y no una nación (cosa vaga). Yo amo a Cuscatlán. Mientras vosotros habláis de la Constitución, yo canto a la tierra y a la raza: La tierra que se esponja y fructifica, la raza de soñadores creadores que sin discutir labran el suelo, modelan la tinaja, tejen el perraje y abren el camino. Raza de artistas como yo, artista quiere decir hacedor, creador, modelador de formas (cosa práctica) y también comprendedor. La mayor parte de vosotros se dedica en su patriotismo a pelearse por si tienen o no derecho, por si es o no constitucional, por si será fulano o zutano, por si conviene un ismo u otro a la prosperidad de la nación. La prosperidad es para vosotros el tenerlo todo, menos la tierra en su sentido maternal. Capitalistas embrutecidos, perezosos y bribones muestran sus caras abotagadas y crueles a no menos crueles comunistas pedigüeños, sórdidos y rapaces. Mientras estos dos bandos en todos sus grados de intensidad se gruñen unos a otros, nosotros los soñadores no pedimos nada porque todo lo tenemos. Ellos se arrebatan las cáscaras y nos dejan la pulpa : - El pan es mío, todo mío, dejadme vender el pan», gritan unos;«no» dicen otros :« tenemos hambre y el pan es nuestro, porque la tierra es nuestra»... Mientras nosotros los soñadores, sin que nadie se oponga, hacemos crecer la espiga embelleciendo el paisaje, gozamos la música del maizal que sonríe con la brisa, recogemos cantando la mazorca y dejamos el comerla a tarascadas a los puercos. El cafetalero es un pedante que habla del mercado, de la baja, del alza, cuenta pisto agachado sobre las mesas, husmea costales y no ha estado nunca tirado al fondo de un cafetal, en el misterio de las noches de luna ; no nota la belleza del grano sangriento cuando resbala entre los dedos de las cortadoras cantarinas, no conoce el aroma y la leyenda de la flor del cafeto. El azucarero no ha oído nunca el susurro consolador de los cañaverales, ni ha visto meterse al chipuste en marejadas armoniosas. Todos ellos gritan alrededor de una sola cosa: el dinero. Unos quieren ganar el quinientos por ciento y otros quieren que se les suban sus salarios. El comunista usa un botón rojo y habla de degollar, llama justicia al buen pan y buen vino bien compartido, y no han sabido nunca del saber dar a quien todo lo tiene, que es quien nada tiene. El indio del arado y de la cuma que hace el paisaje agrario bajo el sol crudo, está satisfecho de hacer vivir con sus manos toscas y renegridas, manos de Dios, a un pueblo entero que se entrega a una locura llamada política; que no sólo es infructuosa sino dañina. Este indio vive la tierra, es la tierra y no habla nunca de patriotismo. Ni teme al extranjero que nada puede quitarle de lo él, a menos de
quitarle la existencia.
Yo que paso en la tierra del ensueño, según vosotros, yo estoy más en el corazón de la tierra , arraigado de verdad y con raíces abajo y queriendo florear por arriba. Si la tierra de Cuscatlán se alzara un día personificada llamando a sus hijos, a mí, de los primeros me reconocería y no a los políticos y a los istas de esta cosa llamada patria. El Salvador y demás zarandejas que simbolizan con banderas y escudos y que señalan con fronteras imaginarias. No, no soy patriota ni quiero serlo; tengo mejor concepto de un guineo patriota que de un hombre patriota. A mí no me agarran ya con esas cosas respetables. Ni siquiera trabajo en Patria, trabajo en Vivir, es decir, no en la patria sino en la vivienda, terruño o querencia, como diría Espino. Vivienda, sí, con sueño y todo, pero viviendo una vida real, la vida que se saborea como vino sagrado. Yo no aro ni siembro ni cosecho la tierra: oficio ante el altar y doy las gracias en nombre de los soñadores cosechando un grano invisible que desgrano de la mazorca de la vida y de la espiga de la costumbre ¿ que cosa es vuestra patria que yo no la miro ?.. Me pedís que descienda a vuestra realidad y no se donde poner el pie ; por todos lados encuentro arena movediza. Si yo os invito a que vengáis a mi terruño, tendréis amplio campo donde correr y sudar; podréis untaros las manos en barro fresco y llenaros el pecho de aire puro. En esa vuestra patria yo sólo respiro odio, cobardía, incomprensión.
¡ Que diera yo por traeros a esta mi tierra ¡...Ya los pocos que había conmigo se han marchado; me encuentro casi solo. Solo con el indio contemplativo y la mujer soñadora. Ya no hay Miranda Ruano que escriba Las Voces del Terruño, libro que ya nadie lee; Ambrogi habla constantemente de Quiñonez; los Andino escriben «Política»; Bustamante es empleado de juzgado; Castellanos Rivas se hace Secretario Particular; Guerra Trigueros no oye mas caer las estrellas en la fuente inmemorial; Julio Ávila se dedica al comercio; Llerena enmudece; Gómez Campos tiene tienda; Paco Bamboa se doctora; Salvador Cañas «prepara» a sus muchachos; Masferrer ya no canta; Gavidia discute sobre el radio; Chacón hace seguros de vida; Rochac habla de finanzas; Villacorta se queja de la tesorería; Vicente Rosales anda en corrillos; Miguel Ángel Espino es fuente seca; y en fin, me veo solo en la tierra de la realidad, apenas con un Mejía Vides que quiere ir al estero a pintar un tiempo (como Gauguin en Taihiti) y un Cáceres que sueña y llora en los rincones del «Atlacatl».
Sí, ¡qué diera por traeros a esta mi tierra! (Que no es hipotética, como la vuestra): cerros enmontañados, y llanos ondulantes en donde al salir el sol cantan los gallos, en dónde no hay artículo número tal, sino un árbol de grata sombra; en dónde no hay el inciso cuarto; sino el ojo de agua para la sed; en dónde la ley de tal cosa está representada por la lluvia, por la luna o por el viento.
Lírico, sí, es verdad; pero lírico sobre el polvo de la tierra y no prosaico e insípido sobre hediondos conceptos y rancias doctrinas. Lírico bajo el cielo azul, y no sórdido bajo la loza del ismo.
Como me lo pedís, he pisado ya con mis plantas la tierra firme; pero la mía, no la vuestra, que no es firme ni es tierra sino humo (del feo). Lo he hecho porque me habéis obligado, porque al fin habéis conseguido distraerme de mi “éxtasis azul impráctico” y hasta habéis logrado indignarme un segundo. Sabed de una vez por todas, que no tengo patria ni reconozco patria de nadie. Mi campo es más amplio que esa tajadita de absurdo que queréis darme. Mucho más amplio. Ni siquiera el mundo. Ni siquiera el cosmos...
Su identificación con el mundo del campesino salvadoreño y sus exploraciones en los asuntos esotéricos orientales y de ciencia ficción han llevado a valorarlo como uno de los iniciadores de la nueva narrativa latinoamericana y como destacado exponente de la cultura de su país. Sus Cuentos de barro (1933), relatos de extrema brevedad, contribuyeron a forjar la estética del cuento hispanoamericano.
Instalado con su familia en la capital salvadoreña desde los ocho años, a los diez años publicó ya sus primeros textos en el Diario de El Salvador. Formado en el Liceo Salvadoreño, el Instituto Nacional y la Academia de Comercio, estudió además pintura y dibujo con el maestro greco-ruso Spiro Rossolimo, y más tarde, gracias a una beca, en la Corcoran School of Art de Washington, donde con veinte años realizó su primera exposición individual en la Hisada's Gallery.
De regreso a El Salvador, contrajo nupcias con la artista Zelie Lardé y comenzó a prestar servicios laborales en la Cruz Roja. En 1928 fue contratado como redactor jefe del diario Patria, dirigido por los escritores Alberto Masferrer y Alberto Guerra Trigueros. Publicó allí artículos y su primeros relatos, reagrupados luego en Cuentos de cipotes. Fundó y dirigió las revistas Amatl y Espiral; a lo largo de su vida colaboraría en numerosas rotativos y revistas literarias y artísticas.
Miembro de la Sociedad de Amigos del Arte (1935-1939), durante varios años trabajó como agregado cultural de la delegación diplomática en Estados Unidos, y participó en la Conferencia de Educación organizada en julio de 1941 por la Universidad de Michigan. Alternó la literatura con la pintura; se recuerda especialmente el éxito de sus exposiciones en Nueva York y San Francisco (1947-49) y de algunas de las que realizó posteriormente en su país y de nuevo en Estados Unidos entre 1958 y 1963. Otra de sus facetas artísticas fue la de compositor: se le deben más de un centenar de canciones.
En 1963 ocupó el puesto de Director General de Bellas Artes, y en 1967 fundó, en el parque Cuscatlán, la Galería Nacional de Arte (actualmente conocida como Sala Nacional de Exposiciones), centro cuya dirección asumió. Desde 1973 hasta su fallecimiento fue asesor cultural del gabinete del Director General de Cultura, Carlos de Sola.
La obra literaria de Salarrué lo ha colocado en el justo papel de clásico no sólo de la literatura salvadoreña, sino también de la cuentística en castellano. Su peculiar costumbrismo es más bien un énfasis en la lengua de su pueblo, una visión tierna de los pequeños seres que atraviesan, con su ternura y miseria, los paisajes de su país. Escribió acerca de campesinos y desplazados de las urbes, identificándose con sus problemas y rasgos, así como con su materia verbal, que reproduce la tensión idiomática entre los dialectos, las lenguas indígenas y el castellano.
En su caso también se ha hablado de realismo mágico: un buen ejemplo de ello es el célebre cuento "El anillo de Oricalco", que desarrolla el tema de la muerte, los indios magos, y el tópico del anillo encantado. Sus primeras novelas fueron El Cristo negro (1927) y El señor de la burbuja (1927). Con Oyarkandal (1929), recopilación de relatos, dio a conocer sus primeros cuentos fantásticos. Entre sus títulos posteriores deben destacarse Remontando el Uluán (1932),Cuentos de barro(1933), Conjeturas en la penumbra (1934), Eso y más (cuentos, 1940), Cuentos de cipotes (1945; 1961, edición íntegra), Trasmallo (cuentos, 1954), La espada y otras narraciones (1960), La sed de Sling Bader (novela, 1971), Catleya luna(novela, 1974) y Mundo nomasito (poemas, 1975). Entre 1969 y 1970, a instancias de la editorial de la Universidad de El Salvador, el poeta y narrador salvadoreño Hugo Lindo se encargó de prologar los dos tomos de las Obras escogidas de Salarrué, quien intervino directamente en la selección de los textos.
De todas sus obras citare una la cual es "CUENTOS DE CIPOTE", en el cual dejare esta muestra de la forma de ser de Salvador Salazar Arrué, aunque para un extranjero si deseara leer esta obra, no la encontraría con otro idioma ya que hay palabras que a la hora de traducir no se pudiera hacer eso por lo mismo que son palabras muy extrañas que se usaba en la lingüística de aquel entonces.
EL CUENTO DE LA PILITA SIN CHORRO Y LA CANASTIADA
PUESIESQUE en la iglesia bía una pilita sin chorro onde lavaban la moyera a los cipotes tiernos quiban a misa, pos puercos; y Colochito y Puntero dijeron: "Lavemole la moyera al chucho", y agarraron Pushco, el chucho, y le metieron, a la pura juerza, la cara en lagua de la pila. Y entonces el Pushco se puso a gritar como chucho y a soplar con las narices, y todas las biatas voltiaron a mirar bien bravas y dijeron: "¡Ah, qué groseria!" y "¡María Santísima! ¿A quién se le ocurre meter un perro en agua bendita?"; y dijeron también "¡Cipotes condenados, dejen ese puerco animal y váyanse a la porra, quel Diablo los va arrastrar por andar haciendo sacrilegios en la santa casa del Señor!" Y se levantaron con sombrillas y canastos para darles en la coca. Pero eyos no se corrieron sinó que dijeron: "¡Achis! ¿Y qués diustedes el bañito pué; qué acaso nués para lavar la moyera, pues? Entonces ¿que cólera?" Y las viejas se miraron y el chucho colgado del brazo del Puntero las miro y eyas echando gotitas diagua de las cejas y les latio y eyas les dijeron: "¡Saquen ese animal diaquí, grandes léperos, no ven questa pila es la pila de los bautismos? ¡Cómo van a meter la cabeza dek chucho onde se lava el pecado original de los cristianos?" "¡Cristianos, ña cangreja!" les dijo Colochito haciendo así con el dedo gordo. "¡Siendo que nuemos visto que a los cipotíos tiernos los restriega el padre con un trapo aquí en la pila para sacarle la costra! a Pue la costra es el pescado original, pué" Y las viejas los agarraron a paragüazos y canastazos y salieron trompenzándose y el Pushco salio con una pata coja y con la cola en la barriga mirando paratrás y siacabuche.
COMIC ILUSTRADO A MANO DE EL CUENTO
"EL CUENTO DE LA PILITA SIN CHORRO Y LA CANASTIADA"
HISTORIA DE ALBERTO MASFERRER
Vicente Alberto Masferrer Mónico, fue un maestro, filósofo, periodista, ensayista, poeta y político salvadoreño nacido el 24 de julio de 1868 en Alegría (antes Tecapa), Usulután y fallecido en el exilio el 4 de septiembre de 1932 en Tegucigalpa, Honduras. Escritor que marca con sus letras toda una época de la literatura salvadoreña a través de la definición de su pensamiento inclinado a la defensa de los más desposeídos y de denuncia social.
Alberto Masferrer nació en una población del oriente de El Salvador, de origen pipil y dominado posteriormente por los lencas. Su educación fue autodidáctica en combinación con educación formal. Su gusto por la lectura le llevó a escoger la docencia como carrera. Al respecto, Arturo Ambrogi expresaba que "pocas veces he visto un lector tan tremendo como Alberto".
Entre 1928 y 1930 fundó y dirigió el periódico Patria, en el cual hacía denuncia social y abogaba por la justicia para con los más necesitados en el marco de la pobreza generalizada del país. Trabajó diarios y revistas nacionales e internacionales, fue redactor de los diarios El Chileno y El Mercurio, de Santiago de Chile; el semanario La Reforma, diario Los obreros unidos; en las revistas La República de Centroamérica, Actualidades, Bibliográfica Científico-Literaria, El Simiente y otros.
Inició su carrera política siendo cónsul de El Salvador en Argentina (1901), Chile (1902), Costa Rica (1907) y Bélgica (1910), así como en la Corte Internacional de Justicia en 1912; además se desempeñó como archivero de la contaduría mayor de la nación, redactor y director del Diario Oficial (1892), Secretario del Instituto Nacional (1890) y Asesor del Ministerio de Instrucción Pública (1916). Bajo la premisa fundamental de la lucha pacífica por los derechos de cada individuo, se convirtió en el ideólogo y director de la campaña política que en 1930 llevó a la presidencia al ingeniero Arturo Araujo. Ese mismo año fue electo como diputado nacional, separándose políticamente del presidente y de sus posturas.
Pese a su oposición a la llegada a la presidencia del general Maximiliano Hernández Martínez, la toma del poder del militar fue inevitable. Desde ese momento, Masferrer trató de contener la violencia que se desataría meses después, en el levantamiento campesino de 1932, que dejaría como saldo la muerte de miles de indígenas y el exilio de Masferrer a Honduras. Su relación con el Partido Comunista Salvadoreño es poco clara, aunque si hay referencias acerca de la influencia pacifista que el escritor, de manera fallida, intentó ejercer.
Ejerció la docencia en Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Chile y Argentina, siendo bautizado como "maestro y director de multitudes" por Claudia Lars.
Como escritor, su obra se caracterizó fundamentalmente por tratar temas sociales, exigiendo un mínimo de derechos para cada persona, dignificando al ser humano a través del uso de palabras fundamentalmente duras, polemizando sobre las costumbres socialmente aceptadas. Utilizó ocasionalmente el seudónimo "Lutrin".
Tras su derrota política y moral por el estallido de la violencia que trató de contener, se exilió en Honduras, donde falleció víctima de su endeble salud y por parada cardiorrespiratoria. Durante toda su vida adoleció de diversas enfermedades como tuberculosis, sífilis, severas neumonías y una serie de serios accidentes cardiovasculares los cuales lo dejaron postrado en una silla de ruedas por periodos cortos en más que numerosas ocasiones, pasando casi la mitad de su vida en una de ellas. Los detalles escabrosos de su muerte son desconocidos puesto que falleció en soledad. Por este mismo motivo, se ha levantado un debate acerca del sitio de su muerte, pudiendo encontrar minoritariamente fuentes que afirman que falleció en San Salvador.
En homenaje a Masferrer, existen diversas escuelas, universidades, plazas y monumentos que llevan su nombre, honrándole a nivel oficial y reconociendo su fuerte influencia sobre las generaciones de educandos y literatos nacionales. Además, por decreto legislativo del 30 de agosto de 1949, la tumba de Masferrer se considera monumento nacional.
Sus obras:
Páginas (1893)Niñerías (1900)
¿Qué debemos saber? (ensayo epistolar, 1913)
Leer y escribir (ensayo sociológico, 1915)
Una vida en el cine (1922)
Ensayo sobre el destino (1925)
Las siete cuerdas de la lira (ensayo filosófico, 1926)
El dinero maldito (ensayo moral, 1927)
Helios (ensayo, 1928)
La religión universal (ensayo, 1928)
El minimum vital (ensayo político-social, 1929)
Estudios y figuraciones de la vida de Jesús (ensayo filosófico, 1930)
El rosal deshojado (versos publicados póstumamente en 1935)
Prosas escogidas (prosas publicadas póstumamente en 1968)
En una de sus obras que más se lee es EL DINERO MALDITO, ahi nos cuenta como el dinero nos vuelve como especie de zombie, consumista, que hace que el dinero sea la llave a muchos recursos, etc.
Citare ahora un poema por parte de el:
BLAZÓN
Un andrajo de mi vida me queda: se perdió
en misérrimas luchas lo que era fuerza y flor.
Rateros y falsarios hecen explotación
de mi luz, de mi anhelo, de mi fe y mi valor.
¡Cuánta odiosa mentira serví, sin querer yo!
¡Cuánto lucro y engaño con mi luz se amasó!
Porque fui humilde y simple; porque en toda ocasión
creí que quien me hablaba tenía sed de Dios.
Lo que no profanaron los demás, lo mejor
que me diera el Destino, eso lo manché yo;
porque siempre fui débil, instable, y porque soy
tal vez un pobre loco que enloqueció el fervor...
Y entre el diablo y el mundo hicieron de mi sol,
en vez de luz, tinieblas; en vez de paz, dolor.
Mas yo no culpo a nadie de mis caídas, no;
ni me inquieta un instante mi justificación:
si por necio o por débil mi vida fracasó
y en mi jardín florecen el mal y el error,
inútil ya sería saber si he sido yo
el culpable o la víctima de una maquinación.
Si el fruto está podrido, es que el gusano halló
en él propicio ambiente para su corrupción.
¿Fue la obra de un demonio, del azar o de un Dios?
Es igual... No revive una flor que se agostó.
Ahora con los harapos de mi fe y mi valor
y lo que todavía me resta de ilusión,
he de alzar un castillo y en él, como blasón,
en un palo de escoba y hecho un sucio jirón,
haré flamear al viento mi enfermo corazón.
Y en ese vil andrajo que será mi perdón
escribiré con sangre, menosprecio y rencor
este emblema del hombre que es su propio señor:
“Para juzgarme, nadie; para acusarme, yo.”
AHORA SE CITARAN UN PAR DE ENSAYOS DE ESTE MAGNIFICO ARTISTA LITERRARIO
SOY NIEBLA
Un inmenso sudario envuelve la llanura. De entre la mar de nieblas surge como un islote el cerro en cuya cima estoy. Después, el enorme vellón plomizo con que se arropa el Lempa; terso, compacto, sin un solo jirón, confundido allá en el confín del horizonte con la pálida claridad del cielo.De pronto, brilla por el Oriente una franja rojiza de festones oscuros; debajo asoma otra, anaranjada, de tenue orla azulina; luego, otra celeste con cambiantes purpúreos; otra, violeta, franjeada de oro, estalla en rayos irisados que vienen trémulos, vacilantes como las antenas de una araña, a posarse en los dentados bordes de la cima.
Es el sol que llega arrastrando su clámide inflamada. Abajo, la niebla se mueve perezosa, despertando a las caricias de la luz.
Allá al Sur, descubre poco a poco su hundida cresta el Chichontepec; crece, afirma sus contornos, se empina, viene el sol en su ayuda, lo envuelve con sus cálidos besos, lo desnuda, lo ateza, desfleca su túnica plomiza que cae hecha jirones, y el abrupto volcán ostenta por fin su manto esmeraldino, bordado de sutiles encajes.
Aspero, rudo, huraño, el San Miguel se yergue hacia el Oriente. Al soplo de sus anchas fauces, las nieblas huyen a refugiarse en sus flancos. El volcán las persigue, les lanza su abrasador aliento, y ellas, temerosas del sol y del monte, vuelan despavoridas como bandada de níveas garzas a posarse en las risueñas faldas del Oromontique. El volcán queda libre, triunfante, mostrando fieramente sus raídos escarpes, y agitando al aire su penacho negruzco.
Los otros montes comienzan a despojarse de sus albos ropajes. El Tigre, el Siguatepeque, el Chinameca brotan uno tras otro del océano de brumas, y hasta el pequeño Oromontique hace pinicos para mostrar sus flancos cuajados de cafetos. Las nieblas huyen por todas partes; bajan de las colinas, corren desaladas por la llanura, y van, por fin, a detenerse sobre el Lempa, que serpentea bajo las densas nubes.
El sol avanza, sube deshecho en resplandores, asesta sus rayos sobre el llano, rompe las apretadas nieblas, y el Lempa asoma entonces sus escamas de plata, ancho, tranquilo, deslizándose entre los matorrales.
Las dispersas neblinas huyen por todas partes como bandadas de tímidas palomas, y allá perdidas entre la transparencia de¡ lejano horizonte, se entrevén los azulados torsos del Volcán de Agua y del Acatenango.
De entre los tupidos follajes, bota en cascadas de trinos resonantes, la diana triunfal de las aves.
JUSTICIA PARA EL INDIO
Hace ya cuatrocientos y treinta años que los indios de América fueron subyugados, y desde entonces son víctimas del asesinato, del robo, de la extorsión, del menosprecio, del vilipendio en toda forma.
Se les ha ultrajado en su cuerpo, en su propiedad, en sus sentimientos, en su trabajo, en su honra, en sus creencias. Se ha embrutecido a fuerza de malos tratamientos, se les ha enseñado a viciosos para explotarlos y para dominarlos, y una vez caídos en el vicio, se les ha tratado de imbéciles , de haraganes, de rehacios al progreso, de sucios, de incivilizables.
Este crimen se está cometiendo en América hace ya más de cuatro siglos. Y no cesa de perpetrarse, aunque su forma vaya cambiando según lo aconseja el interés o la hipocresía de los victimarios.
Ahora bien, este crimen colectivo, perenne y secular, es la causa principal de que América, Indoamérica, yazga en la postración, en la dependencia y en la humillación. Los blancos y los semiblancos de la América India , que son una muy pequeña minoría, ejercitan sus fuerzas en extirpar a los indios, que son los más , el ochenta por ciento de la población. Tanto valdría que la cabeza cifrara su interés y su ideal en deshacerse de sus brazos , de sus piernas , del tronco, de todo lo que forma el cuerpo.
El haber reducido a la condición de parias a la gran mayoría de sus pobladores , es el pecado y el error monstruoso de América; es lo que estamos expiando ya , lo que nuestros hijos van a pagar terriblemente.
Nos comprometemos nosotros luchar a favor de los indios de nuestro país, y de reflejo, a favor de los indios de todo el Continente. Y con entera fe en la bondad de esta causa, comenzamos ahora esta campaña, encaminada a obtener Justicia para el Indio, que iremos desarrollando lentamente pero con insistencia, a ver si logramos que se abran los ojos y se ilumine el corazón de estos pueblos, que están causando su propia ruina al arruinar a quienes son sus hermanos y sus devotos servidores: JUSTICIA PARA EL INDIO.
HISTORIA DE HUGO LINDO
Hugo Lindo nació en la ciudad de La Unión, en el departamento del mismo nombre, el 13 de octubre de 1913 en el seno de una familia de clase media que era muy trabajadora. En larga carrera fue diplomático, político, abogado, novelista y poeta.
Sus estudios superiores los desarrolló en la Universidad de El Salvador, estudiando jurisprudencia y ciencias sociales. La tesis con la que se gradúo en 1948 (El divorcio en El Salvador) obtuvo una medalla de honor por parte de las autoridades académicas de la universidad.
Posteriormente desempeñó diversos cargos como embajador de El Salvador en Chile (1952-1959); Colombia (1959-1960) y España (1969-1972). También llegó a ser ministro de educación de El Salvador en 1961. Luego lo nombraron como director de la Oficina de Asuntos Culturales de la Organización de Estados Centroamericanos. Perteneció a la Academia Salvadoreña de la Lengua, de la que fue director emérito, y fue miembro correspondiente de las Academias de España, Chile, Colombia y Honduras.
A su regreso a nuestro país, montó una librería llamada “Altamar” que más tarde cerraría debido a la crisis económica de dicha época.
Hugo Lindo fue una de las personas que fundó la Universidad “Dr. José Matías Delgado”, en la cual también se desempeñó como Decano de la Facultad de Bellas Artes de dicha Universidad hasta su fallecimiento (1979-1985).
Hugo Lindo Olivares es considerado como uno de los escritores salvadoreños más reconocidos de El Salvador debido a que es una de las bases de la literatura de nuestro país.
Fue un hombre comprometido con sus escritos. Cuentas que aveces no comía ni dormía, también era muy entregado a su familia, en la que junto a Carmen Fuentes de Lindo procrearon siete hijos.
Murió el 9 de septiembre de 1985, en San Salvador.
Obras destacadas de Hugo Lindo:
El anzuelo de Dios (1956)
¡Justicia, señor gobernador! (1960)
Cada día tiene su afán (1964)
HISTORIA DE LEON SIGÜENZA
Considerando el primer fabulista salvadoreño en el estricto todo el sentido del término, un burlador de el estado ya que sus mayoria de fabulas tenian un unico fin, dar una enseñanza y burlarse de los idolatras que caminaban sobre el pueblo las crónicas y los trabajos en verso de León Sigüenza (1895- 1942), aparecieron en revistas y periódicos nacionales e hispanoamericanos de la época, como peculiares formas de crítica contra funcionarios públicos y otras conductas humanas. Es así como Sigüenza se convierte en el principal cultor salvadoreño de la fábula y se constituye en un digno sucesor de autores como Esopo, Fedro, Samaniego e Iriarte. Diputado a la Asamblea Nacional en 1933, Sigüenza se desempeñó como regidor y alcalde temporal de la ciudad de Cojutepeque. También fue diputado y miembro del cuerpo diplomático salvadoreño en las ciudades de Nueva York y Tokio. Su único libro, Fábulas, fue sacado a la luz de manera póstuma por iniciativa de sus familiares.
Antes de todo esos sucesos en su juventud Sigüenza en 1910, en aquel entonces el presidente era Tomas Regalado, después le secunda Manuel Enrique Araujo, un doctor graduado de Francia, que también era un inventor, su muerte fue trágica ya que al final fue asesinado por dos indígenas que estaban completamente instruidos para ir a matarlo, este muere a causa de un machetazo en la cabeza y un balazo de una pistola, muere una semana después lo más probable es que fallece a causa de la infección ya que nunca lo llevaron al hospital y lo dejaron en la casa.
Cuando empezo la segunda guerra mundial, Sigüenza apoyaba a Manchuria.
Tuvieron que editarse las obras de Leon Sigüenza por lo mismo que solo publico unos cuantas obras, después de su muerte en 1942, se empezaron a punblicar.
Sus ediciones son las siguientes:
1955
1977
1996
1998
A juicio de Carlos Cañas-Dinarte, prologuista de este libro, la obra de Sigüenza está imbuida por la tradición oriental del apólogo, incorporando elementos de la flora y fauna centroamericanas.
Sigüenza fue descrito como un ameno conversador, "con maneras y cortesía de oriental” que al igual que Oscar Wilde quiso hacer de su vida una obra de arte.
Ahora se citara un par de fabulas por parte de el:
El aguila y el pato:
El águila voló hacia el infinito
llevando entre sus alas poderosas
al venturoso pato, favorito
sobre todas las cosas
Viéndose tan arriba, el pobre pato
sintió tener las alas muy ligeras,
y creyó el insensato
que el había volado a las esferas
de la región bellisima del cielo,
como un pájaro audaz que de este suelo
al levantarse hiende
el viento y lo domina a golpes de ala.
Esto les ha pasado
a muchos funcionarios insensatos,
que águilas se creyeron, siendo patos!
LOS DOS BURROS
Caminaban dos Burros compañeros
contemplando los campos placenteros
y las magnificencias del paisaje
que ostentaba a sus plantas la cañada,
y allá, en el horizonte, la alborada
de sutil y magnífico ropaje.
Aquel que, de los dos, quiso el destino
que no llevara carga sobre el lomo,
interrumpía a ratos su camino,
daba corcovos sin ningún aplomo
y luego, rebuznando satisfecho,
avanzaba otro trecho.
En la abrupta montaña
estaba la cabaña
donde vivía un leñador, del dueño;
y en el día del cuento
el amo recibió con duro leño
al Burro que llegaba más contento.
Ya pasado aquel susto
de palos: -Hombre injusto
le dijo el Burro de coraje lleno
-¿por qué me has apaleado en demasía?
No traigo carga ni el molesto freno
que me indica el deber de cada día.
El amo le contesta:
-Si subiendo la cuesta
y viniendo, por cierto, muy cargado,
hace ratos llegó tu compañero,
¿por qué, dime, sin carga te has tardado
cuando debiste de llegar primero?
Cargados de atenciones
y mil obligaciones
hay pobres estudiantes doctorados,
pero ante algunos "fósiles" discurro:
¡Hay ricos estudiantes rezagados
que merecen mas palos que este Burro!
HISTORIA DE DAVID ESCOBAR GALINDO
HISTORIA DE DAVID ESCOBAR GALINDO
David Escobar Galindo nació en Santa Ana el 4 de octubre de 1943. Es un poeta, novelista y jurista salvadoreño bastante destacado. Su educación primaria y secundario la realizó en el Colegio García Flamenco, posteriormente entre 1961 y 1968 estudió Jurisprudencia y Ciencias Sociales en la Universidad de El Salvador, logrando conseguir el título de Doctor en Jurisprudencia y Ciencias Sociales.
Fue ganador de los Juegos Florales de Quetzaltenango, Guatemala, en la rama de poesía en 1980, 1981 y 1983. Es miembro de la Academia Salvadoreña de la Lengua y director de la misma desde el año 2006.
En su trayectoria también destaca haber participado entre 1990 y 1992 en la comisión gubernamental que negoció en el proceso de paz que puso fin a la guerra civil de El Salvador.
David Escobar Galindo fue nombrado como Hijo Meritísimo de la Ciudad de Santa Ana. Actualmente es rector de la universidad José Matías Delgado en San Salvador y también columnista habitual de La Prensa Gráfica, donde publica sus poesías.
Obras principales de David Escobar Galindo:
Cornamusa (poesía, 1975)
El Libro de Lilian (1976)
Sonetos penitenciales (1980)
Árbol sin Tregua (1996)
Oración en la Guerra (1989)
El venado y el colibrí (1996)
Una Grieta en el Agua (novela, 1972)
El Árbol de Todos, Lecturas Hispanoamericanas (antología, 1979)
Páginas Patrióticas Salvadoreñas (antología, 1988).
HISTORIA DE PEDRO GEOFROY RIVAS
Esbozo biográfico Pedro Geoffroy Rivas. Nació en Santa Ana (1908-1959) fue poeta, lingüista y periodista. Estudió derecho y antropología en México. Dirigió la Editorial Universitaria y el Patrimonio Cultural. Fue miembro de número de la Academia Salvadoreña de la Lengua y catedrático universitario.
Debido a su militancia política de izquierda sufrió el exilio y fue perseguido político en varias ocasiones. En 1977, obtuvo el Premio Nacional de Cultura.
Entre la obra editada de Pedro Geoffroy tenemos, podemos mencionar: Rumbo (poesía, México, 1934); Canciones en el viento (poesía, 1936); Mi abuelo Masferrer (ensayo, 1953);Toponimia Náwat de Cuscatlán (ensayo, San Salvador, 1961);Sólo amor (poesía, San Salvador, 1963); Yulcuicat (poesía, San Salvador, 1965); El Náwat de Cuscatlán (ensayo, San Salvador, 1969); El español que hablamos en El Salvador (diccionario, San Salvador, 1969); Vida, pasión y muerte del Anti-Hombre(poesía San Salvador, 1977); Los nietos del Jaguar (poesía, San Salvador, 1977); La lengua salvadoreña (ensayo, San Salvador, 1978); Para cantar mañana, poesía; y Cuadernos del exilio, (poesía).
Este señor influencio mucho aportando cosas al país como por ejemplo la toponomía nahuat de Cuscatlan, es filosofo preferido por Friedrick Nietzche, estudia medicina, derecho y antropología, denunciante del etnocidio en 1932, es exiliado, sus factores más importantes era la poesía, novela y estudios lingüisticos.
Eligió el nombre de la portada en la obra "NIETOS DEL JAGUAR" ya que los indígenas consideraban a este felino como el ser supremo, como una gran deidad que se tenia que respetar, y lo de nietos claro esta era por lo del pueblo.
LEGADO LITERARIO EN TEMAS POR PARTE DE EL:
-Romantico -Narrativa
-Intimista -Antropología
-Indigenista -Historia
-Lingüistica -Fonología
-Toponomía -Politíca
Horacio Castellanos Moya nació el 21 de noviembre de 1957, en la ciudad de Tegucigalpa, capital de la república de Honduras. Fue trasladado a San Salvador en los primeros años de su infancia. Vivió en la capital salvadoreña hasta 1979, período en el que tuvo que abandonar también sus estudios de literatura, desarrollados en la Universidad de El Salvador. Tras su salida del país se dio a conocer su antología poética La margarita emocionante, donde compiló trabajos de seis poetas, entre ellos Mario Noel Rodríguez, Miguel Huezo Mixco y él mismo.
Residió durante medio año en Toronto, Canadá, en cuya York University cursó estudios históricos y de áreas comunes. Volvió a su ciudad natal, en cuya Universidad Nacional laboró de marzo a julio de 1980. Establecido en San José (Costa Rica), de agosto de 1980 a septiembre de 1981 se desempeñó como corrector de pruebas en la Editorial Universitaria Centroamericana (EDUCA).
El 18 de septiembre de 1981 llegó a la ciudad de México, donde permaneció por una década y trabajó como redactor en la Agencia Salvadoreña de Prensa (SALPRESS), corresponsal de la revista brasileña Cuadernos del tercer mundo, analista político de la empresa privada ANAFAC y editor de la Agencia Latinoamericana de Servicios Especiales de Información. Entre septiembre de 1986 y enero de 1987 se trasladó de la ciudad de México al pueblo de Tlayacapa (Cuernavaca), donde escribió su primera novela, La diáspora, dedicada a contar las experiencias de los intelectuales salvadoreños exiliados a causa del conflicto armado (1979-1992). Esta obra ganó el Premio Nacional de Novela 1988, patrocinado por la Universidad Centroamericana "José Simeón Cañas". Al finalizar el período bélico salvadoreño (1979-1992), regresó a San Salvador a participar en la fundación del primer medio impreso de la posguerra: el semanario Primera plana (San Salvador, 1995-1996).
Como periodista se ha desempeñado como corresponsal, editor y director de diversos periódicos y revistas en las capitales mexicana y salvadoreña. Sus escritos han sido difundidos por numerosas publicaciones periódicas de Hispanoamérica, entre las que se encuentran el diario La opinión (Los Ángeles, California), las revistas Tendencias y Cultura (San Salvador, El Salvador), el periódico semanal Journal do Pais y Cuadernos del tercer mundo (Río de Janeiro), los diarios El día y Excélsior (México), las revistas Proceso, Casa del tiempo, Plural, Límite sur, Estrategia y La brújula en el bolsillo (México).
Residente por algunos meses en España, después de esa estancia dio a conocer sus obras, entre ellas La diabla en el espejo en 2000, finalista del premio internacional "Rómulo Gallegos", en su edición del año 2001.
Con "El asco" Castellanos Moya logró una repercusión internacional. Es una novela que realiza un homenaje a los personajes de Thomas Bernhard que incluso logró impresionar al traductor al español del escritor austríaco. Se publicó en 1997 y ya lleva siete ediciones en El Salvador, en donde se convirtió en el libro de culto de los últimos años, pasando de mano en mano.
EN 1999 se trasladó a España y desde 2001 residió en la Ciudad de México. Entre 2004 y 2006 vivió en Fráncfort, por la invitación del programa "Cities of Asylum" de dicha ciudad, durante el 2009 fue investigador invitado en la Universidad de Tokio. Actualmente trabaja en la Universidad de Iowa y es un columnista regular para la revista Sampsonia Way Magazine.
Definido por Roberto Bolaño como un "melancólico que escribe como si viviera en el fondo de alguno de los muchos volcanes de su país", El Salvador, Horacio Castellanos Moya es una de las voces más provocadoras y originales de la literatura centroamericana de posguerra. Su obra es una exploración crítica de la temática y retórica de la violencia. La gratuidad del crimen, los abusos de la derecha y de la izquierda, el deterioro de las utopías revolucionarias y el desencanto de los que lucharon por ellas, son algunos de los motivos que aparecen en sus historias, en las que hace gala de un estilo depurado, nervioso y contundente. Un eficaz uso del monólogo y del lenguaje coloquial son dos de los rasgos más característicos de su escritura.
BIBLIOGRAFÍA POR PARTE DE EL
Novela:
La diáspora (1988)
Baile con serpientes (1996)
El Asco. Thomas Bernhard en San Salvador (1997)
La diabla en el espejo (2000)
El arma en el hombre (2001)
Donde no estén ustedes (2003)
Insensatez (2004)
Desmoronamiento (2006)
Tirana memoria (2008)
La sirvienta y el luchador (2011)
El sueño del retorno (2013)
Cuento:
¿Qué signo es usted, niña Berta? (1988)
Perfil de prófugo (1989)
El gran masturbador (1993)
Con la congoja de la pasada tormenta (1995)
El pozo en el pecho (1997)
Indolencia (2004)
Con la congoja de la pasada tormenta. Casi todos los cuentos' (2009)
Poesía:
Poemas (1978)
La margarita emocionante (1979)
Ensayo:
Recuento de incertidumbres: cultura y transición en El Salvador (1993)
La metamorfosis del sabueso: ensayos personales y otros textos (2011)
PREMIOS
Premio Nacional de Novela 1988, patrocinado por la Universidad Centroamericana "José Simeón Cañas"
LA OBRA EL ASCO
El asco es una obra que por lo cual es una de esas obras en el cual se podria decir para cualquiera que viva en El Salvador, no le agradaría para nada, ya que el individuo a quien entrevisto era un salvadoreño, este no le agradaba serlo entonces, prefiere ire para Estados Unidos, y empieza a dar desde su punto de vista como ve a El Salvador de una forma cutre según lo que describe en la entrevista.HISTORIA DE FRANCISCO GAVIDIA
Francisco Antonio Gavidia Guandique nació en la ciudad de San Miguel, un 29 de diciembre entre 1863 y 1865.
Poeta, cuentista, dramaturgo, historiador, musicólogo, ensayista, pedagogo, filósofo, politólogo, periodista, orador, crítico literario y traductor. Es uno de los más altos representantes de la cultura nacional y su obra alcanza dimensiones enciclopédicas, ya que casi abarca todos los ámbitos del Humanismo.
Por cierto la obra JUPITER habla sobre un esclavo, que en otras palabras representa al pueblo por ser explotado y tenerlo de menos.
Colaborador literario y político de revistas y periódicos de América y Europa, fue fundador de la Academia de Ciencias y Bellas Artes de San Salvador (20 de mayo de 1888), del periódico de los jueves El semanario noticioso (1888), del club La evolución (de tendencia parlamentaria, 1890) y del Partido Parlamentarista (1895).
Fue director del diario La prensa libre (San José, Costa Rica, 1891-1892, periódico aún existente), corredactor de El bien público (Quezaltenango, 1892-1894) y autor del folleto Los emigrados (San José de Costa Rica, s. f.), fungió como redactor del Diario oficial (1894), director de Educación Pública Primaria (1896) y ministro de Instrucción Pública (1898).
Catedrático de la Universidad de El Salvador (que lo nombró Doctor Honoris Causa, en 1941), fundador del Ateneo de El Salvador (1912) y de las Academias Salvadoreñas de la Historia (febrero de 1925) y de la Lengua (en septiembre de 1952, fue nombrado director honorario de esta última institución cultural, en la que ocupó la silla G).
Director titular (1906-1919) y honorario de la Biblioteca Nacional, catedrático de la Escuela Normal de Señoritas (1890), del Instituto Nacional de Varones (después INFRAMEN) y de la Universidad de El Salvador, que, posteriormente, lo nombra Doctor Honoris Causa. Además, fue miembro de la Comisión de Cooperación Intelectual de El Salvador —dependencia de la Sociedad de Naciones, antecedente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU, 1948) ―, del Comité de Investigaciones Folklóricas y Arte Típico Nacional (1943), vinculado con el Ministerio de Instrucción Pública
Algunas de sus obras, publicadas en limitadas ediciones, son:Poesía (cuadernillo poético, San Miguel, 1877), Versos (1884);Ursino (drama, 1887); Júpiter (drama, 1895); Estudio y resumen del `Discurso sobre el Método' de Descartes (1901); Tradiciones(sobre la obra homónima de Ricardo Palma, 1901); Conde de San Salvador o el Dios de Las Casas (novela, 1901) y El cancionero del siglo XIX (¿1929-1930?), formado por traducciones de fragmentos de famosas composiciones operéticas en francés, inglés, italiano y alemán.
También son de su autoría 1814 (ensayo histórico, 1905); Obras(tomo I, de gran formato, 1913); Cuentos y narraciones (1931);Héspero (teatro, 1931); Discursos, estudios y conferencias (1941);La princesa Citalá (teatro, 1946); Cuento de marinos (narración en verso, 1947) y Sóteer o Tierra de preseas (poema épico, 1949), quizá su obra maestra. En 1961, la Dirección General de Publicaciones del Ministerio de Educación publicó una Antología de sus poemas, prologada por Luis Gallegos Valdés.
Entre 1958 y 1969, el conocimiento de su vida y obra se vio favorecido con la publicación de varios ensayos y trabajos investigativos, entre los que se destacan Gavidia, el amigo de Darío (de José Salvador Guandique, dos tomos), Gavidia y Darío: semilla y floración del mo-dernismo (de Cristóbal Humberto Ibarra), Gavidia: poesía, literatura, humanismo (de Mario Hernández Aguirre), Gavidia, entre raras fuerzas étnicas (de Juan Felipe Toruño), Francisco Gavidia, la odisea de su genio (de Roberto Armijo y José Napoleón Rodríguez Ruiz, dos tomos. Esta obra obtuvo el primer premio del Certamen Nacional de Cultura, 1965) y Magnificencia espiritual de Francisco Gavidia (trabajo biográfico redactado por su nieto, José Mata Gavidia).
Como fruto de los trabajos compilatorios de Mata Gavidia y Cañas-Dinarte, la bibliografía gavidiana se ha visto incrementada con la publicación de Obras completas (poesía, San Salvador, Dirección de Publicaciones del Ministerio de Educación, tomos I y II, 1974 y 1976) y la próxima aparición de Teatro (San Salvador, Dirección de Publicaciones e Impresos-CONCULTURA, en prensa).
La más extensa bibliografía y hemerografía gavidianas fue reunida por Víctor René Marroquín y divulgada por la revista Anaqueles (Biblioteca Nacional, San Salvador, 1970). Durante las últimas tres décadas del siglo XX, su autor actualizó esos listados y escribió un libro, aún inédito.
Lo curioso es que este señor conoce y crea a un mounstro literario conocido universalmente, es ni más ni menos Rubén Darío, ya que el le habia enseñado, era el poema Alejandrino, Ruben Dario lo perfecciono y lo mejoro, superando al maestro se volvio por excelencia un genio en la literatura más que Francisco Gavidia. Otro dato es que Francisco Gavidia era un hebrio.
(IMAGEN DE RUBEN DARIO)
HISTORIA DE ROQUE DALTON
Roque Antonio Dalton García conocido mejor como "ROQUE DALTON", era un poeta revolucionario salvadoreño cuya descendencia es la siguiente, para tocar como primer punto, empezaremos hablando del origen de su familia, seguido de la vida del poeta Roque Dalton.
Henry Dalton (abuelo de Roque Dalton) era un empresario que vivia en Estados Unidos, cuya empresa en aquel entonces era de transporte de bienes, con su flota de carretas, su Witnall Agustín Dalton (Padre de Roque Dalton), su padre Henry, le da parte de su fortuna con la intención que Witnall haga lo que quiera con su vida, entonces Witnall viaja a México, este se enamora y se casa con María Guadalupe Zamorán, pasa un tiempo y la primera esposa de Witnall Agustín Dalton fallece, pronto decide mudarse a otro país y es cuando el decide ir a centro américa, más especifico a El Salvador, como tenia su fortuna que le había dado su padre Henry Dalton, este decide usar su fortuna e invertirla para poder comprar terrenos, ya que veía que el café era el oro, entonces se vuelve en un empresario de el café, Witnall se vuelve a enamorar y pide la mano de la nieta del mismísimo general Francisco Morazán, llamada Guadalupe Vasquez, este se casa, pero al pasar el tiempo, como es típico de todo hombre que le gusta andar de boca en boca, decide meterse con la mujer llamada Aida Uyoa mujer de otro personaje reconocido, Benjamin Bloom, este al darse cuenta que le ponían los cuernos va a saldar cuentas con Witnall y este lo deja herido de bala en confrontamiento con armas, Witnall es llevado al hospital y da la casualidad que por cosa del destino, es atendido más de la cuenta por una enfermera llamada Aida García, tienen un hijo y este llamado Roque Antonio Daltón García, conocido mejor como Roque Dalton, una vez ya tocado el origen de su familia a continuación entraremos a la vida de este famoso escritor revolucionario.
Nacido en Quezaltepeque jurisdicción de San Salvador, un 14 de mayo de 1935, hijo de Witnall Agustín Dalton y Aida García, era un joven que le fascino a primera lo que era la literatura, ya que el era poeta, ensayista, narrador, dramaturgo, periodista y revolucionario. Dalton cursó sus primeros estudios en algunos colegios religiosos luego ingresó al Externado de San José, donde en 1953 obtuvo el título de bachiller. Sus estudios superiores los realizó en México y Chile, pero terminaría regresando a El Salvador a concluirlos.
El desde muy joven se dedicó al periodismo y a la literatura, participando en certámenes nacionales y centroamericanos donde obtuvo reconocimientos. Sus primeros poemas los publicó en la revista Hoja y en Diario Latino. Fue uno de los partícipes de la renovación de la lírica latinoamericana de la década de 1960.
Era de ese tipo de persona que se comprometia por una causa, que le gustaba hacer denuncias por medio de la literatura, cuando escribia un poema el siempre los hacia en prosa y no en rima, en cada de estos tenia la costumbre de dedicarle esto a cada personaje.
Se caso con Aída Cañas, durante su matrimonio tuvieron 3 hijos: Roque Antonio, Juan José y Jorge (Este ultimo fallece por desgracia durante la guerra).
Era de ese tipo de persona que se comprometia por una causa, que le gustaba hacer denuncias por medio de la literatura, cuando escribia un poema el siempre los hacia en prosa y no en rima, en cada de estos tenia la costumbre de dedicarle esto a cada personaje.
Se caso con Aída Cañas, durante su matrimonio tuvieron 3 hijos: Roque Antonio, Juan José y Jorge (Este ultimo fallece por desgracia durante la guerra).
Fue miembro del Circulo Literario Universitario junto con Otto René Castillo,Manlio Argueta, Roberto Armijo y Alfonso Quijada, entre otros, obtuvo en tres ocasiones el Premio Centroamericano de Poesía y el Premio Casa de las Américas por Taberna y otros lugares, considerado como su mejor libro de poemas.
-Poema de amor
-Desnuda
-Por Qué Escribimos
-El Salvador Será...
-Sobre Los Dolores de Cabeza
-Policías y Los Guardias
Profecía sobre los Profetas
( dedicado a los dueños de los medios de comunicación escritos)
-El Credo del Che
-Canción de protesta ...A Silvio.
-El Gran Despecho
-El Alma Nacional
-De nuevo acerca de las contradicciones en el seno de la poesía
-No te pongas bravo, poeta...
-Pobre lenguaje.
Durante su vida, fue un Don Juan, cualquier mujer que se le atravesaba en el camino, esta caería en sus brazos no importando la edad, con algunos colegas iban a pasar el rato estando con putas a las cual en su época también les dedica un poema, mintió acerca de su origen, diciéndole a una colega de nacionalidad de Estados Unidos que era descendiente de la banda de forajidos de los Dalton. Claro esta como el era un comunista, no quería que supieran que el venia directamente de una familia de grandes recursos y adinerada, de ahí su mentira, para dar énfasis que su carácter y atrevimiento provenía de esta banda de forajidos del viejo oeste.
PANDILLA DE FORAJIDOS DE LOS DALTON.
(Imagen de la pandilla ya fallecidos después de un confrontamiento armado con un grupo de Sherif)
Durante su trayecto de vida, viajo a muchos países desde Praga en República Checa, La Habana en Cuba etc, se le culpo de espionaje y traidor a la patria por parte de el gobierno de El Salvador y también por parte de Estados Unidos dando a entender que el recibió adiestramiento por parte de fuerzas enemigas, conoció a mucha gente que a su vez este le influenciaba en su vida, tuvo un adiestramiento magnifico, Roque Dalton se le conocía también como un poeta que le dedicaba poemas a mucha gente, por ejemplo hay un poema dedicado exclusivamente al dictador el General Maximiliano Martinez, uno para Salarrué (otro poeta en el cual se tocara su biografía), entre otros, fue arrestado múltiples veces, se le acuso falsamente como un chivo expiatorio así como a otros compatriotas siempre por parte del gobierno, para tener el telón de humo que tenían a un culpable que estaba traicionando la patria, era uno de los personajes que estaba en el circulo literario de escritores comprometidos por una causa, por desgracia esto que se ha mencionado, lo llevaría a sus últimos días al igual que otros personajes que lo acompañaron o conocieron, su poemas y cuentos que realizo durante su periodo de vida fueron, estos fueron los siguientes:
Algunos poemas que realizo durante su vida:
-Poema de amor
-Desnuda
-Por Qué Escribimos
-El Salvador Será...
-Sobre Los Dolores de Cabeza
-Policías y Los Guardias
Profecía sobre los Profetas
( dedicado a los dueños de los medios de comunicación escritos)
-El Credo del Che
-Canción de protesta ...A Silvio.
-El Gran Despecho
-El Alma Nacional
-De nuevo acerca de las contradicciones en el seno de la poesía
-No te pongas bravo, poeta...
-Pobre lenguaje.
Algunos de sus cuentos:
-Así lo recuerdan sus amigos y admiradores.-La Culebra.
-No, no siempre fui tan feo.
-Larga vida o buena muerte para Salarrué.
-El Cura Delgado y el Primer Grito...
-Biografía.
-Su Voz.
El poema más reconocido por parte de este autor es el "POEMA DE AMOR", porque se lo dedica sus todos sus compatriotas, aunque recordemos que hay una pequeña parte de donde dice una mala palabra, es de recalcar que en aquel entonces así era la manera, de decir que eras genial o viceversa:
POEMA DE AMOR:
Los que ampliaron el Canal de Panamá
(y fueron clasificados como silver roll y no como gold roll),
los que repararon la flota del Pacífico en las bases de California,
los que se pudrieron en la cárceles de Guatemala, México,Honduras,Nicaragua,
por ladrones,por contrabandistas,por estafadores, por hambrientos,
los siempre sospechosos de todo
(“me permito remitirle al interfecto por esquinero sospechoso y
con el agravante de ser salvadoreño”),
las que llenaron los bares y los burdeles de todos los puertos y
las capitales de la zona (“La gruta azul,” “El Calzoncito,” “Happyland”),
los reyes de la página roja, los que nunca saben de donde son,
los mejores artesanos del mundo,
los que fueron cosidos a balazos al cruzar la frontera,
los que murieron de paludismo o de las picadas del escorpión o de la barba amarilla en el infierno de las bananeras,
los que lloraron borrachos por el himno nacional bajo el ciclón del Pacífico o la nieve del norte,
los arrimados,los mendigos,los marihuaneros, los guanacos hijos de la gran puta,
los que apenitas pudieron regresar, los que tuvieron un poco más de suerte,
los eternos indocumentados,
los hacelotodo,
los vendelotodo,
los comelotodo,
los primeros en sacar el cuchillo,
los tristes más tristes del mundo,
mis compatriotas , mis hermanos…
POEMA DE AMOR (Versión musical)
Según Eduardo Galeano lo recuerda así:
"Roque Dalton, alumno de Miguel Mármol en las artes de la resurrección, se salvó dos veces de morir fusilado. Una vez se salvó porque cayó el gobierno y otra vez se salvó porque cayó la pared, gracias a un oportuno terremoto. También se salvó de los torturadores, que lo dejaron maltrecho pero vivo, y de los policías que lo corrieron a balazos.
Y se salvó de los hinchas de fútbol que lo corrieron a pedradas, y se salvó de las furias de una chancha recién parida y de numerosos maridos sedientos de venganza.
Poeta hondo y jodón, Roque prefería tomarse el pelo a tomarse en serio, y así se salvó de la grandilocuencia y de la solemnidad y de otras enfermedades que gravemente aquejan a la poesía política latinoamericana. No se salva de sus compañeros. Son sus propios compañeros quienes condenan a Roque por delito de discrepancia. De al lado tenía que venir esta bala, la única capaz de encontrarlo"
Roque Daltón en sus ultimos días de su vida tuvo que por ley hacerse un cambio de en su rostro para quitarse su identidad que lo delataba mucho, cuando es capturado da la casualidad que unos de los integrantes del grupo que estaba encargado de asesinar a Roque Dalton, es el mismo que "Jorge Antonio Meléndez", según en el documental el no quiere citar nada al respecto, pero acordandonos como ha sido el país de El Salvador llevando un historial de corrupción, eso todavia ha quedado impune, sus restos de Roque Dalton, no se sabe a donde fueron a parar, solo se sabe la ubicación del lugar pero un punto especifico a donde dar referencia no hay.